Uno de los proyectos más ambiciosos de la administración de la ciudad de Viena del siglo XIX fue la construcción de un gran cementerio municipal para todas las confesiones. Tras muchos debates el cementerio fue inaugurado en 1874 en el distrito de Simmering. El camposanto cubre 200 hectáreas y contiene más de dos millones de sepulturas.

Son de gran interés las tumbas de multitud de celebridades, que convierten el cementerio en uno de los más importantes lugares de la memoria cultural del país. Podemos ver los monumentos funerarios de grandes músicos: Mozart, Beethoven, Brahms, Strauss etc. El antiguo cementerio judío, hoy en día tristemente abandonado, recuerda una época de gran esplendor cultural y social de la comunidad judía durante las últimas décadas del Imperio austro-húngaro. En el corazón del cementerio se yergue una joya del arte modernista: la Iglesia de San Carlos Borromeo. El cementerio central es a la vez de un monumento cultural, un inmenso parque natural y un refugio de numerosos y variopintos tipos de plantas y animales.

Programa

La visita comienza en la primera puerta de la Simmeringer Hauptstrasse, desde donde se accede al antiguo cementerio judío. Paseando por avenidas tranquilas y bellas tumbas llenas de flores llegaremos a las elegantes sepulturas de los ricos barones de la época de la Ringstrasse (Arkadengräber). A pocos metros veremos las tumbas de honor de los grandes músicos, el rincón más célebre del cementerio. Una obra de arte impresionante es la sepultura del escultor Alfred Hrdlicka. La iglesia de San Carlos Borromeo construida entre 1908 y 1910 por Max Hegele alberga obras modernistas extraordinarias.

El cementerio central deja también testimonio de importantes acontecimientos de la historia moderna del país: hay monumentos erigidos en memoria de las víctimas de la Revolución de 1848, de las de los conflictos civiles de 1927 y 1934, y sobre todo del periodo fascista y de ambas Guerras Mundiales.

Atravesando el cementerio de los bebés y el monumento conmemorativo a las personas que han legado su cuerpo a la medicina llegaremos a la tumba de la más grande estrella del pop austríaco: Heinrich Hölzel, alias Falco. La visita termina en la monumental puerta principal del cementerio (puerta número 2).

Información práctica

PUNTO DE ENCUENTRO: Cementerio central (Zentralfriedhof), puerta 1 (1. Tor Simmeringer Hauptstrasse 234). Para llegar al cementerio hay que tomar el tranvía 71 en la estación de la Ópera en dirección al Zentralfriedhof, 1. Tor. Se puede utilizar también el metro U3 desde Stephansplatz hasta Simmering (más rápido) y después el tranvía 71 o el 6 hasta el Zentralfriedhof 1. Tor.

DURACIÓN: 2 horas.

TÉRMINO DE LA VISITA: Zentralfriedhof, 2. Tor (puerta 2 – entrada principal).